1. Lugar de la cata La cata debe realizarse en un espacio amplio y luminoso, lo más importante es que esté libre de olores que puedan interferir en la cata. 2. Temperatura El whisky lo mejor es probarlo a temperatura ambiente, nada de enfriarlo con hielo durante la degustación. A temperatura ambiente, el whisky propaga su olor sutil y sus aromas, por lo que no debe servirse por debajo de los 17ºC.



Simplemente analizando el color de un whisky podemos saber su edad, la densidad o la madera donde se ha añejado. por ejemplo…los whiskys más jóvenes presentan colores amarillos claros…con 12 años su color evoluciona a un amarillo oro intenso…y con la densidad, ocurre algo parecido…siendo los whiskys añejos más densos. y ahora…¿cambiamos de sentido?



La mejor forma de apreciar los aromas de este spirit es restregarndo unas gotas en el dorso de la mano…una vez se disipen los vapores alcohólicos empezaremos a notar los aromas puros…que varian en función del tipo de whisky… frutas, madera, hierba…turba, humo, …caucho…vainilla…roble…sal…



Por último, toma un sorbo muy pequeño y mantenlo en la boca… pasea el whisky por todas las zonas de la lengua para que tus papilas gustativas recojan el sabor y respira con la boca abierta para que te lleguen sus aromas por via retronasal…


Si quieres seguir profundizando en el arte de la cata…y convertirte en un auténtico gurú of spirits…sigue tu recorrido por el resto de catas virtuales.